Islas accesibles a pie con marea baja

¿Te apetece viajar a una isla sin cruzar a nado o en barco? A continuación te presentamos algunas de las islas más bellas del mundo a las que podrás llegar caminando con la marea baja.

Eilean Tioram (Loch Moidart, Escocia)

A la isla mareal de Eilean Tioram se puede llegar a pie por un camino de piedra cuando la marea de Loch Moidart alcanza su punto más bajo. Los visitantes que elijan esta opción serán recompensados con la vista del Castillo de Tioram, que irá apareciendo ante sus ojos a medida que se acerquen a la isla. Invisible desde el mar, este castillo del siglo XV, ahora en ruinas, sigue siendo una imagen espectacular y el punto de acceso al Loch Shiel.

Después de caminar todo el día, qué mejor sitio para descansar que el Mingarry Park, donde además podrás disfrutar de una copiosa cena y de un vaso de alguna de las especialidades de la destilería tocal.

Monte Saint-Michel (Normandía, Francia)

El Monte Saint-Michel es una de las islas mareales más conocidas y visitadas del mundo, y con razón. La Abadía de Saint-Michel se construyó originalmente en el continente, pero la subida del nivel del mar la acabó aislando, hasta convertirla en una isla mareal situada en la desembocadura del río Couesnon.

Hoy en día, la isla está conectada con el continente por una pasarela peatonal. Si nos adentramos en el continente, a lo largo del río Couesnon, encontraremos muchos alojamientos con habitaciones con vistas al Monte Saint-Michel, como Le Relais Saint Michel.

Haji Ali Dargah (Bombay, India)

Situada en un islote de la costa de Bombay, Haji Ali Dargah es una bonita mezquita construida en 1431 por un comerciante musulmán que quería desprenderse de su riqueza antes de peregrinar a la Meca.
Un estrecho camino de casi un kilómetro de largo une la isla al continente y queda sumergido cuando sube la marea, lo que limita el acceso a la mezquita. Los visitantes podrán ver la influencia de la característica arquitectura de Haji Ali Dargah en numerosos edificios del continente, como The St Regis Hotel.

Koh Nang Yuan (Koh Tao, Tailandia)

Si bien muchas islas mareales están conectadas con tierra firme a través de un camino artificial, en el caso de las islas de Koh Nang Yuan es una especie de puente largo de arena blanca totalmente natural lo que las une al continente. Cuando baja la marea, las islas parecen una prolongación un tanto aterronada de la provincia de Koh Tao, y los visitantes pueden acceder a la zona a pie.

Sin embargo, con la marea alta, el puente queda cubierto por el agua del mar y tres islas aparecen. Observa cómo sube la marea alojándote a tan solo 5 minutos a pie de la playa, en el Monkey Flower Villas.

Enoshima (Fujisawa, Japón)

La pequeña isla mareal de Enoshima está conectada con la ciudad japonesa de Fujisawa a través de un puente de 600 metros de longitud, pero es posible acceder a ella a pie cuando baja la marea, gracias a los bancos de arena que quedan al descubierto.

En parte gracias a su envidiable ubicación, al lado de la playa más cercana a Tokio, Enoshima atrae a cientos de miles de visitantes cada año. Aquí podrás pasar horas deambulando por los jardines botánicos de la isla, antes de cruzar el puente para dormir en el IZA Enoshima Guest House and Bar.

Jindo y Modo en Corea del Sur

Las islas surcoreanas de Jindo y Modo solo son accesibles a pie una vez al año, cuando la marea baja al máximo y revela un camino natural que conecta las islas entre ellas. Este camino no solo aparece en muy raras ocasiones, sino que además es transitable únicamente durante una hora. Este fenómeno dio lugar al Jindo Sea-Parting Festival (el festival de separación de las aguas de Jindo), también conocido como el “Milagro de Moisés”.

El día del festival es tradición que los visitantes de ambas islas recorran dicho camino y se encuentren en el medio. Asegúrate de no perderte este festival alojándote justo al lado del camino, en el Familiar.