Maravillas naturales del sur de España y las islas

¿Te apetece hacer una escapada rural para romper con la rutina y llenarte de energía positiva? Tanto si prefieres el turismo activo como si buscas un poco de relax estás de suerte, pues España tiene mucho donde elegir en lo que se refiere a parques y espacios naturales de gran belleza e interés. Si te gustó la primera parte, en este artículo completamos la lista de destinos recomendados por los viajeros para disfrutar de la naturaleza.* No esperes más: ponte un calzado cómodo y lánzate a descubrir alguna de estas maravillas.

Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, Castilla-La Mancha

En el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, situado en la tierra de los molinos de viento, el agua es la protagonista. Este gran humedal es un oasis de lagunas y vegetación exuberante, ideal para desconectar y retomar el contacto con la naturaleza. Déjate envolver por el murmullo de las cascadas que conectan las lagunas mientras caminas a tu ritmo por las pasarelas de madera. Mira cómo el agua cambia de color con el sol y cómo se dibuja el reflejo de los árboles en la superficie. Y, si el tiempo lo permite, no pierdas la ocasión de sumergirte en estas aguas tranquilas. También puedes disfrutar de una panorámica desde el mirador o visitar alguno de los castillos de la zona. Y qué mejor final para una jornada como esta que un merecido descanso en el Apartahotel Doña Ruidera, con vistas a las lagunas.

Caminito del Rey, Andalucía

Un río que se abre paso entre dos imponentes paredes de roca, un puente colgante y unas pasarelas de madera suspendidas a unos 100 metros de altura. Se trata, efectivamente, del Caminito del Rey, un recorrido a pie vertiginoso que discurre por varios cañones y un valle en la provincia de Málaga. Si quieres sentir el poder de la naturaleza y vivir una experiencia diferente, esta singular ruta lineal es una buena opción para una excursión de un día (siempre y cuando no tengas vértigo). Si el cuerpo te pide más senderismo, puedes complementarlo con una de las etapas de la Gran Senda de Málaga que pasan por allí cerca. Y, si dispones de coche, puedes acercarte a ver las peculiares formas que dibujan las rocas en el Torcal de Antequera, o visitar el parque natural de la Sierra de las Nieves, con sus abetos centenarios, donde podrás elegir entre un sinfín de actividades. Para terminar, recarga las pilas en Casabobastro, situada en la localidad de Ardales, de calles estrechas y casitas blancas.

Sierra de Tramontana, Mallorca

La sierra de Tramontana vertebra el noroeste de Mallorca, ocupando un vasto territorio que combina un rico patrimonio natural, cultural y gastronómico. Esta cordillera abrupta, salpicada de pueblos de piedra y antiguas torres de defensa, es un paraíso para los amantes de la naturaleza, tanto para aquellos con sed de aventura como para quienes solo buscan relax. Es un mirador privilegiado a la costa recortada y a los majestuosos acantilados que forma la montaña al fundirse con el mar: un fondo magnífico para contemplar la puesta de sol. Aquí, el aroma de los cítricos y los almendros se entremezcla con el de los pinos; y los olivos, dispuestos en bancales, adornan el paisaje. Romper con la rutina en la sierra de Tramontana es un placer para todos los sentidos, pues al fabuloso enclave y a la belleza paisajística se suma la gastronomía mallorquina, que conjuga los productos del mar con los de la tierra. Empieza el día con buen pie, y despiértate con buenas vistas y un sabroso desayuno en Can Busquets, situado en Banyalbufar.

Parque Rural de Frontera, El Hierro

El Parque Rural de Frontera se extiende por el oeste y el sur de la isla del Hierro, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. Este parque es un auténtico mosaico de paisajes, pues en su interior alberga una mágica variedad: árboles centenarios de troncos retorcidos por el viento, un manto de pino canario, una zona de bosque frondoso de laurisilva y espacios áridos abiertos en los que la lava ha dibujado formas singulares. Así que recorrer sus numerosos (y a veces empinados) senderos tiene recompensa. Una opción es combinar las rutas en plena naturaleza con la visita a una de las reservas marinas y al faro de Orchilla, predecesor del meridiano de Greenwich. Y, para terminar, saborea alguno de los vinos producidos en la zona y regálate una estancia de ensueño en el Hotel Puntagrande.

*Esta selección se basa en los destinos de España mejor valorados por su naturaleza.